Sesión Virtual 1
Cobán, Alta Verapaz
Psicología Evolutiva
Actualmente los estadios o etapas, se consideran más bien grandes cambios que se producen a lo largo de la vida de un individuo, cambios que dependen del individuo en cuestión, de su situación sociocultural, etc.
Lo que es común a todos los individuos es que todos pasamos por las mismas etapas y en el mismo orden.
A continuación, presentamos los grandes periodos por los que pasamos durante la vida. Estos periodos, a su vez, están divididos en varias fases.
1. Infancia 2. Niñez 3. Adolescencia 4. Juventud 5. Madurez 6. Vejez
En este curso solamente nos vamos a preocupar por la Infancia y la Niñez.
Los niños requieren atención especial durante esos años, la infancia es fundamentalmente diferente a la edad adulta; necesita comprenderse y respetarse como tal.
Generalmente este periodo de vida se divide en primera infancia, que constituye la etapa que va desde el nacimiento a los 6 años; y en segunda infancia (o Niñez), que se refiere a la etapa entre 6 y 12 años aproximadamente.
De 0 a 2 años, primera infancia: “yo y mis padres”2
• Descubrimientos: el bebé tiene ante sí un mundo totalmente nuevo, y manifiesta interés por los objetos y las personas que le rodean. Incluso su propio cuerpo es una herramienta que todavía no conoce ni sabe controlar bien.
• La figura materna: durante esta etapa, el recién nacido considera a la madre como una prolongación de su cuerpo. Su presencia constante, además de sus intervenciones positivas cada vez que se topa con una dificultad, le ayuda a superar los miedos y favorece la estabilización del sentimiento de seguridad.
• Sonrisas: aparecen como una expresión de alegría del bebé en relación a un objeto externo. A partir de los 2 o 3 meses, las sonrisas son un indicador importante para saber si el niño o la niña es feliz.
• El padre: se incorpora al espacio psicológico del bebé de forma lenta y progresiva. Su importancia en su desarrollo aumentará en la medida que él comparta tiempo y actividades con el pequeño.
• Empezar a recordar: entre los 10 y los 12 meses, el bebé ya es capaz de pensar en los objetos y en las personas que conoce. Esto le permite empezar a asociar cada cosa con un nombre o un sonido que los identifique.
Durante la infancia se producen cambios físicos muy notorios, el cuerpo del infante crece rápidamente. En los primeros años, aprende a gatear, caminar y a coordinar los movimientos. Más adelante, aprende a hablar hasta ir adquiriendo un vocabulario y lenguaje completo. También proporciona un desarrollo social y emocional que dependerá del entorno que lo rodea, se relaciona con niños de su edad y forma así nuevas amistades, entre otros.
La atención y educación de la
primera infancia
La atención y educación de la primera
infancia (AEPI) no solo contribuye a
preparar a los niños desde la escuela
primaria. Se trata de un objetivo de
desarrollo holístico de las necesidades
sociales, emocionales, cognitivas y
físicas del niño, con miras a crear los
cimientos amplios y sólidos de su
bienestar y de su aprendizaje a lo largo
de toda la vida. La AEPI tiene el
potencial de forjar a los ciudadanos
abiertos, capaces y responsables del
futuro.
De 2 a 5 años, segunda infancia: “yo y los otros niños”3
• Pequeños exploradores: el niño explora todo lo que le rodea de forma relativamente autónoma. Tiene curiosidad por conocer el porqué de las cosas y, ante sus preguntas, hay que argumentar las respuestas de forma sencilla, comprensible y lógica, para que aprenda a dialogar.
• Diferencias sexuales anatómicas: su interés por lo que le distingue de los niños del sexo opuesto está motivado exclusivamente por la curiosidad y, una vez satisfecha, tanto niñas como niños suelen olvidarse del tema.
• Relaciones afectivas: el niño ya se relaciona con sus hermanos y otras personas de la familia, que se convierten en compañeros de juegos si tienen su misma edad. De esta manera, se amplía el círculo afectivo primario del niño.
• Creatividad: la actividad fantástica, a través de la fabulación o la lectura de cuentos, contribuye al desarrollo de su pensamiento. Es normal que a veces los más pequeños confundan la realidad con la fantasía.
• Egocentrismo: el niño sólo percibe el mundo a través de sus propios ojos. Todavía no es capaz de ponerse en el lugar de los demás, una perspectiva que se adquiere progresivamente durante el proceso de maduración cognitiva.
• Socialización: la etapa preescolar facilita las relaciones sociales. Además, las nuevas figuras de adultos que coordinan la convivencia de los niños en la guardería les empujan a seguir las primeras normas sociales.
• Control de las necesidades fisiológicas: este es un avance importante en la autonomía del niño. No se le debe regañar si el control de esfínteres se retrasa ni por pequeños accidentes, ya que puede sentir frustración e inseguridad.
• ¡No quiero! ¡Yo! ¡Mío!: no es egoísmo ni mal genio, sino que el niño está buscando cuáles son los límites a su voluntad. Los padres deben marcar esos límites, aunque esto pueda significar alguna rabieta.
De 5 a 11 años, tercera infancia (o niñez): “voy a la escuela: maestros y compañeros”
• La vida como una aventura: el pensamiento del niño es cada vez más flexible, y ya es capaz de relacionar ideas y conceptos nuevos.
• La entrada a la escuela: se trata de un contexto más estructurado con respecto a la guardería, con normas sociales necesarias para que todos los alumnos aprendan. El profesor se convierte en una nueva figura de adulto significativo para el niño.
• Tiempo libre: los niños necesitan jugar con sus amigos y correr al aire libre. No se deben sobrecargar con exigencias de adultos. En su tiempo de ocio, hay que ofrecerles alternativas y ayudarles a descubrir sus posibles intereses.
• El juego en equipo: en esta etapa aprenden a tener empatía y a cambiar su perspectiva para ponerse en el lugar de otra persona. Los grupos de juego en la niñez no suelen ser mixtos, ya que no tienen especial interés en los niños del otro sexo.
Alteraciones comportamentales y conductas asociales en la infancia
Es bastante probable que nos encontremos en alguna escuela con un niño que presente problemas de conducta.
El niño con problemas de conducta social suele ser incapaz de comportase adecuadamente con sus compañeros y en algunas situaciones sociales.
Estos trastornos de conducta normalmente se pueden observar desde edades tempranas, aunque hay situaciones que provocan conductas atípicas en algunos niños (que eche de menos a sus padres, que los compañeros se burlen de él…)
Trastornos de conducta o emocionales
Nos referimos a comportamientos que afectan negativamente al rendimiento escolar de los niños o adolescentes.
Conducta antisocial o inadaptada
Nos referimos a los actos y conductas que realizan niños o adolescentes que causan conflictos en el entorno social donde viven.
¿Por qué ocurren estas alteraciones del comportamiento?
Por una parte, el origen de las alteraciones puede encontrarse en la interacción de factores genéticos (los niños nacen con ellos) y factores adquiridos (aprendidos)
Tipos de alteraciones del comportamiento y conductas asociales
En la infancia destacamos:
• Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad y los Trastornos de Ansiedad junto con las Fobias
• Trastornos del comportamiento: Trastorno de conducta, trastorno negativista desafiante y agresividad
• Trastornos de eliminación: enuresis y encopresis
• Trastornos del sueño
En adolescencia destacamos, además de los citados en infancia:
• Depresión
• Trastornos alimenticios: Anorexia y Bulimia
• Alteraciones comportamentales y drogodependencias
Resumen
Comentarios
Publicar un comentario